El año 2016 supuso para la Agencia Española de Cooperación (AECID) el inicio de una nueva época, en la que deberá alinear sus esfuerzos con las directrices de la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que han modificado la perspectiva de la cooperación internacional para el desarrollo.
La AECID se concentró en 2016 en los ámbitos de la Cooperación Española en los que goza de una mayor experiencia: la gobernabilidad, el fortalecimiento institucional y de la sociedad civil, la integración social y económica o los programas de género, siempre con un enfoque de derechos. El medioambiente y la lucha contra el cambio climático siguieron siendo prioritarios, a través de programas como ARAUCLIMA o EUROCLIMA+, de la Unión Europea. También lo fue la construcción de la paz, en contextos como la isla de Mindanao (Filipinas) o Colombia.
Una vez implantada la reorientación de sus actuaciones de cooperación en América Latina y el Caribe, la Agencia avanzó en 2016 en el ámbito de la cooperación técnica en la región, donde, por ejemplo, dio su apoyo a la recién creada Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI), y continuó estableciendo nuevas alianzas, mediante los llamados Acuerdos de Nueva Generación. Además, 2016 fue un año importante para el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento, con 46 programas en ejecución en países latinoamericanos.
La cooperación regional jugó, asimismo, un papel fundamental en la actuación de la Agencia, con el apoyo a organismos como el Sistema de Integración Centroamericano (SICA) o a la Comunidad del Caribe (CARICOM).
En África Subsahariana también destacaron la cooperación regional y multilateral, con socios como la Unión Africana, la Nueva Alianza para el Desarrollo Africano (NEPAD), o la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO). En esta región, el Programa de Apoyo a Políticas Públicas Inclusivas en África Subsahariana (APIA) continuó fomentando el desarrollo inclusivo, mientras que en el mundo árabe sobresalió de nuevo el programa MASAR, centrado en impulsar la gobernabilidad y la igualdad de género.
Durante 2016 la Agencia continuó trabajando codo con codo con las Naciones Unidas y con otros organismos internacionales para mejorar la eficacia y el impacto de sus actuaciones. Pero un socio destacado fue la Comisión Europea, primer donante internacional, que confió a la AECID diversos proyectos de cooperación delegada, operaciones de blending -combinación de donación y créditos- y la ejecución de parte de sus fondos fiduciarios.
También fueron decisivos para la Agencia otros actores de la Cooperación Española: las ONGD, por ejemplo, ejecutaron proyectos financiados por la Agencia por un valor superior a los 57 millones de euros, y, en consorcio con empresas y el sector académico, desarrollaron 21 proyectos de innovación y desarrollo. Todos estos actores establecieron nuevas alianzas en favor del desarrollo sostenible y la ayuda humanitaria –Alianzas Público Privadas para el Desarrollo-.
En materia de cooperación financiera, 2016 resultó un año clave para que la AECID consolidara el instrumento que permite conceder créditos concesionales a Estados para la financiación de proyectos de desarrollo en el marco del Fondo para la Promoción del Desarrollo (FONPRODE). Ecuador, Paraguay y Panamá, por ejemplo, hicieron uso de este instrumento.
Ecuador protagonizó, en 2016, el ámbito humanitario de la AECID, con motivo del trágico terremoto ocurrido en abril. En este año, la Ayuda Humanitaria española no dejó de asistir a las personas más vulnerables en crisis como las hambrunas del Sahel y en contextos particularmente difíciles como el palestino o el de Siria y países vecinos.
En el ámbito cultural, 2016 fue un año de apoyo a la diversidad cultural y el desarrollo sostenible. La participación ciudadana, la contribución a la cultura de paz, la accesibilidad universal, los nuevos modelos digitales y la reducción de la brecha digital fueron trabajados con muy buenos resultados desde la Red de Centros Culturales de la AECID.
La Promoción de la Cultura Española en el exterior y la gestión de becas y lectorados destacaron también en 2016 en el ámbito cultural, donde se logró avanzar en materia de diplomacia cultural.